La primera emisión de timbres destinados al pago de impuestos al turismo fue realizada en el año 1936 y estuvo compuesta por cinco valores. Estas especies valoradas se imprimieron en variantes con y sin filigrana. Los ejemplares correspondientes a los valores de 5, 10 y 50 centavos incorporaron burelaje como medida de seguridad contra falsificaciones. En cuanto al papel, se utilizaron distintos tipos de papel, identificándose papeles delgados tipo cebolla, medio y grueso.